La forma de narrar la historia no es lineal sino que se cuenta desde distintos ángulos. Mediante elementos comunes, las partes se van uniendo formando una sola gran historia.
Lo interesante de esta forma de contar historias es que mantiene al espectador activo todo el tiempo, atento a descubrir detalles. Al principio, el espectador parte viendo una escena en Marruecos. Al poco rato es trasladado a una completamente diferente, en Estados Unidos. Las historias parecen no tener nada en común y se subentiende que el rol del espectador será descubrir qué es lo que las historias tienen en común o cómo se puede explicar algo que, por el momento, no se entiende.

Por ejemplo; la película comienza con unos niños probando puntería en un cerro, mirando hacia la carretera y le disparan a un bus. Luego aparece una nana mexicana cuidando a unos niños estadounidenses. Pero no se alcanza a entender qué relación tienen con los marroquíes. Luego aparece una pareja estadounidense en Marruecos (lugares comunes van dando claves) que viajan en un bus de turistas. Entonces la mujer es baleada en el hombro en plena carretera. Así entonces el espectador pue

Es interesante algo que me pasa con este tipo de películas; cuando no entiendo algo sé que tengo que estar muy atenta porque es obvio que más adelante la cosa se va a entender por sí sola. Esto me pasó con Babel. Por un minuto se me empezaron a mezclar las historias, no entendía para dónde iba la cosa, qué relación podía tener una japonesa sorda con un marroquí y sus hijos pastores. Entonces supe que lo que tenía que hacer era esperar y estar muy atenta a descubrir detalles que conectaran las historias.
La relación entre las historias se va dando por medio de esos detalles. Si el espectador está atento, poco a poco irá descubriendo que un simple rifle es un elemento fundamental para entender por dónde se irán cruzando las historias, por ejemplo.
En cierta forma se puede afirmar que el acto de narración proviene tanto del narrador como del usuario. Ambos tiene roles importantes. No hay un narrador omnisciente; son los personajes quienes cuentan la(s) historia(s). Pero además, el rol del espectador es tremendamente importante, pues depende de él la interpretación que le da.
Cada espectador es libre de interpretar la película como quiera y formarse su propio juicio. El espectador tiene el rol de entender la película y para ello debe estar atento y fijarse en los detalles que justifican su visión. Unos pueden creer que la idea central es la discriminación (se ve a los marroquíes como terroristas), o la incomunicación (nadie sabe hablar marroquí, los marroquíes no hablan inglés, nadie le entiende a la sorda…) o simplemente pensar que se trata de cuatro historias paralelas.
Hay un espacio pequeño de tiempo entre que el espectador descubre las cosas y cuando éstas ya se hacen evidente. En ese momento se logra una cierta complicidad con los personajes; algo así como un: “ah, ya te entendí, ya entendí tu historia y tu relación con los otros”. Esa satisfacción por haber descubierto lo que une las historias proviene y pertenece completamente al espectador.
La forma en que se entrega la “información”, o sea, como se cuenta la historia, está lejos de ser estable. Éstas parten desde la mitad, desde el final…se entremezclan entre ellas… no hay una sola historia y éstas no se cuentan de principio a fin.