14 diciembre 2008

Dave Matthews Band y su incursión Gabrielesca



Es mi cumpleaños. Sí, 7 de julio y llego puntual a mi ya preferido Lakewood Amphitheater. Tengo una buena entrada, parece. En realidad no tanto y quiero llorar. La verdad es que considero que me merezco un mejor puesto asi es que tomo mis cosas, me encamino hacia adelante y le ruego al con cara más buena onda que por favor me deje un hueco en la fila. Y listo, ya estoy cerca del escenario y soy feliz.

Se prenden las luces y una tela azul cubre el escenario... no veo nada pero escucho la guitarra. Son los primero acordes de algo que podría ser Everyday, Bartender... Se levanta el telón, se ilumina todo y ahí está Dave, con su guitarra bien puesta y tocando lo que ya había pensado: ¡es Bartender!

¡Qué excelente! ¡No lo puedo creer! Es Dave Mattews Band sonando tan increíblemente bien como siempre. No lo creo no más. Pero calma… algo anda mal. Le Roy, el saxofonista, no está… es lo suficientemente “grande” como para verse y no está. Pero de inmediato lo noto: ¡es Jeff Coffin de Bela Fleck and the Flecktones! Lo supe de inmediato. No sé por qué, pero está ahí en reemplazo de Le Roy.

Maldición, es una canción que no sé… So Damn Lucky. Pero no importa, si hay que gritar se grita y si hay que saltar y mulear, se hace. Pero calma que ya llega Everyday y yo tengo tanto calor que me arremango desacaramente la polera y me la amarro al más puro estilo Cari, de Amor Ciego. Así es, cara dura.

Oh no, ya lo sé… es Jimi Thing. Es tanta mi alegría (y tan sola mi estadía) que sólo atino a darme vuelta, ver al más prendido de todos, reírme nerviosa y darle la mano estilo “chócale”.

Un par de temas más y en eso, por nada, tan na na na ta naaaa... Es Sledgehammer de Peter Gabriel. Casi lloro. Es que no lo puedo creer. ¿Por qué? Qué excelente. Dos temas entre medio y me sorprenden, esta vez con Pink Floyd.

Ni hablar de So Much To Say, Too Much y la excelente Tripping Billies. Simplemente no tengo palabras.

En eso Dave empieza a hablar y explica que Le Roy tuvo un accidente y quiere que le mandemos un saludo. Todos gritan “we want Roy” emocionadísimos y Dave graba el mensaje, según él para llevárselo a la clínica. Días más tarde me enteraría de su muerte… impresionante.

Por si fuera poco, la banda me impresiona con una perfecta Crash Into Me. Tengo la guata tan apretada. ¡Es que es increíble esto! El tiempo se acaba y las canciones también. Pero para el mejor concierto, el mejor de los finales: Ants Marching